Es una marca de origen barcelonés, con identidad vermutera y con un carácter capaz de traspasar fronteras. Una fusión entre aperitivo, tapa, innovación y conserva, que ofrece una cuidada gama de productos de alta calidad respaldada por conserveros y fabricantes de renombre que colaboran a lo largo de todo el proceso de elaboración.
En uno de sus viajes por España buscando productos e ingredientes que encajaran en la carta de sus restaurantes, Albert Adrià llegó a la provincia de Cádiz, donde coincidió y conoció a Álvaro Montero, barcelonés apasionado por el mundo de la conserva, al que ha dedicado casi toda su carrera profesional.
A la vuelta de un viaje de Japón que marcó significativamente a Álvaro, éste le propuso a Albert crear una marca de conservas de prestigio. Y es entonces cuando a Albert se le ocurrió la idea de ir un paso más allá: crear una marca con identidad vermutera en la que cada producto tuviera su toque especial.